jueves, 19 de enero de 2017

El propósito de Cervantes en Rinconete y Cortadillo y noticias de nuestras lecturas


La primeras líneas de Rinconete y Cortadillo son todo una lección de cómo comenzar una narración:

En la venta del Molinillo, que está puesta en los fines de los famosos campos de Alcudia, como vamos de Castilla a la Andalucía, un día de los calurosos del verano, se hallaron en ella acaso dos muchachos de hasta edad de catorce a quince años: el uno ni el otro no pasaban de diez y siete; ambos de buena gracia, pero muy descosidos, rotos y maltratados; capa, no la tenían; los calzones eran de lienzo y las medias de carne.

Cervantes se proponía, en esta novela, dar un giro a la picaresca, el modelo que tomaba. Ya sabemos que este es el propósito verdadero de toda la colección de las Novelas ejemplares, girar cada uno de los géneros narrativos que tocaba para romper el canon establecido y hacerlos evolucionar. Sabemos también que esta novela se hallaba escrita mucho antes de que se publicara en 1613 y que circulaba de forma manuscrita. En ese gran juego literario que es el Quijote aparece mencionada como uno de los títulos que estaban en poder del ventero para que fueran leídas en comunidad. Rinconete y Cortadillo es un buen ejemplo de la mesa de trucos a la que alude el autor en el prólogo. Han sido muy estudiadas las claves de la propuesta cervantina frente a la picaresca de su tiempo, muy conocedor del Lazarillo, la novela que diera origen al género: dos protagonistas en vez de uno, ambos sin demasiada necesidad de meterse a delincuentes porque no están condicionados por sus orígenes familiares y sin amos a los que servir, dueños en gran medida de su destino al menos como se podía ser dueño de la vida de cada uno en los inicios del siglo XVII.

Cervantes utiliza la aventura de ambos para retratar el mundo de la delincuencia sevillana ambientándolo en el famoso patio de Monipodio. Su recreación de una asociación de delincuentes no se olvida de nada: relaciones entre sus miembros y de todos con la sociedad de orden, descripciones de ambientes y comportamientos y una espléndido trabajo con el lenguaje dándonos a conocer la jerga de los bajos fondos de la delincuencia sevillana (esto, en sí mismo, ya es una joya artística). Imagina Cervantes los encargos de las actuaciones delictivas anotados en unos libros de actas como parodia de un mundo tan reglamentado y registrado como el de la España de su tiempo. Si la complicidad de los alguaciles del momento está reflejada con ironía, estos encargos son un dibujo demoledor. La gente de bien debe recurrir a esta asociación de maleantes para cumplir venganzas y advertencias ante la ausencia de una justicia de verdad. Sevilla era la ciudad con más movimiento de España y en ella se podía hallar lo mejor y lo peor de la sociedad pero siempre en un estado en el que la justicia no existe.

Pero hay algo que salva a la novela del pesimismo: el carácter de los dos jóvenes protagonistas, que parecen jugar a delincuentes más que serlo y su final. En él se alude a que Rinconete solo pasó unos meses en esa compañía. En ellos no perdió su juicio moral, lo que justifica los calicativos últimos del narrador al prometer la nunca cumplida continuación:

pasó con ella adelante algunos meses, en los cuales le sucedieron cosas que piden más luenga escritura; y así, se deja para otra ocasión contar su vida y milagros, con los de su maestro Monipodio, y otros sucesos de aquéllos de la infame academia, que todos serán de grande consideración y que podrán servir de ejemplo y aviso a los que las leyeren

Cervantes parece querer agarrarse a la posibilidad de que dentro de cada uno se encuentren todas las posibildades, incluida la de apartarse del mal camino. Pero ahí está el demoledor retrato de un mundo lleno de miserias en el que todo está jerarquizado contra lo que decía ser el gran imperio español del momento. Un ejercicio de inversión por el que Cervantes se acercaba a la realidad de su tiempo, desde esa venta del Molinillo del inicio tan bien localizada hasta cada uno de los espacios sevillanos aludidos.

Esta lectura de La gitanilla, Rinconete y Cortadillo y La española inglesa que nos proponemos durante enero, continúa la de El licenciado vidriera y el Matrimonio engañoso y  Coloquio de los perros que hicimos en su día. Todo este conjunto de lecturas puede consultarse en la etiqueta Novelas ejemplares.

No es difícil hallar buenas ediciones de las Novelas ejemplares cervantinas en el mercado. Por suerte, disponemos de muchas ediciones críticas dirigidas al público académico que pueden ser también usadas por los lectores no expertos y que están disponibles a buen precio.  Estos textos son también accesibles en buenas ediciones electrónicas en abierto que pueden hallarse en el más que recomendable portal dedicado al autor en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes en este enlace.

Noticias de nuestras lecturas

El próximo martes 24 tendremos la reunión habitual del Club de lectura en su formato presencial. A los participantes ya les ha debido llegar la comunicación. En este formato presencial terminamos con el comentario de La española inglesa el próximo jueves para comenzar en febrero con el de Patria, de Aramburu.

Anda Mª del Carmen Ugarte entre tildes polémicas y se topa con Rinconete y Cortadillo. Su comentario nos trae un análisis impecable del lenguaje de la novela cervantina que no os podéis perder.

Mª Ángeles Merino escribe, con la ayuda de su amiga Austri, una entrada en la que está todo lo necesario para comprender esta novela cervantina. No te la pierdas, que hasta las abejas se ponen a jugar a las cartas...

Pancho da cuenta del final de La gitanilla y todas las circunstancias que nos llevan desde el mundo de los gitanos hasta la trasformación gracias a la fiesta literaria. Y termina con Camarón, eso es un broche de oro.
Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos. El listado de lecturas del presente curso, en este enlace.

3 comentarios:

Abejita de la Vega dijo...

Rinconete y Cortadillo no esperaban encontrar almojarifazgos y burocracia en el mundo de los ladrones. Quieren ser libres como el viento, a Cervantes le hubiera gustado. Los gitanos del aduar de Preciosa tampoco lo eran, las mujeres menos todavía. Una aspiración humana utópica pero que nos ayuda a vivir.

La puerta está abierta, Rincón y Cortado abandonarán la picaresca, o no. Cervantes no es Mateo Alemán, tan contemporáneo y tan distinto. No hay amargura ni pesisismo, a pesar de vivir en un imperio que se hunde. Los barcos de Sevilla cada vez traen menos oro y el que traen va directo a Génova.

La abejita no sabe jugara a las cartas, es postureo, como dicen ahora. Austri se me queja de que la española inglesa es muy bizantina, en fin...

Besos, Pedro, te veo esta tarde con Cervantes personaje. Iré con tiempo que el aforo se llena enseguida.

pancho dijo...

La ausencia de una justicia universal hace que surjan justicias paralelas, pertenecientes a clanes marginales que son mucho más rigurosas y severas que las pactadas para el común del resto de la población. Ejemplo de esto es la ley de los gitanos o la ley de los hampones de Sevilla.
Dos mocitos libres sin amo que servir. Se pasaban menos calamidades siendo esclavo. Así decían de los esclavos que tenían los aristócratas en el S. XVII, considerados privilegiados por otros sectores de la población menestral.
Buena guía para no perderse en la lectura de esta fiesta de la Literatura universal como te gusta decir.
Un abrazo.

Myriam dijo...

Me encantó tu clase, Pedro.
Te puedo asegurar que cuando visité
Sevilla, iba en cada calle recordando a Cervantes
y en particular esta novela de la que ya entonces
tenía hecha la primera lectura.

Besos
Pd. Tengo que regresar a Sevilla que es una de las
ciudades que más me gustan de España-